24/4/2017
5 minutos
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Transmite los valores de tu marca con tu logotipo para llegar a los usuarios con éxito.
Un logotipo es una representación gráfica formada por símbolos, imágenes, letras, palabras o una combinación de estas, que sirve para asociar o identificar una determinada entidad a una representación gráfica. Juegan un papel muy importante en el branding de una empresa constituyéndose como el sello de esta.
A continuación, te presentamos siete fases que juegan un papel fundamental para crear y diseñar un logotipo.
La creación y diseño de un logo es un proceso que siempre se asocia a la creatividad y originalidad del diseñador gráfico, pero además conlleva un importante estudio metódico y de investigación.
Fases del diseño de un logotipo
1. Briefing
En primer lugar, nos encontramos con el briefing. Es la fase más importante, ya que es imprescindible conocer exactamente los valores de la empresa o marca para definir su logo y que este transmita exactamente la misma identidad. Además se deben averiguar las verdaderas necesidades del proyecto para así determinar un mejor enfoque en las siguientes fases.
Para ello, se realizan una serie de preguntas al cliente, cuyas respuestas nos darán información necesaria para desarrollar las siguientes fases de la planificación.
Ejemplos de posibles preguntas de un briefing:
- ¿Cuál es nuestra competencia directa?
- ¿A quién nos dirigimos?
- ¿Qué le aportamos a nuestro público objetivo?
- ¿Qué se pretende conseguir?
A priori, pensarás que son preguntas demasiado obvias y en algunos casos ambiguas, pero créeme, sino se realizaran… estaríamos más perdidos que una aguja en un pajar.
2. Estudio de Mercado y análisis del sector
Conocer la actuación de la competencia es fundamental para entrar con fuerza y conseguir un mayor atractivo para el público objetivo.
Para ello, hay que realizar una investigación del mercado objetivo lo más meticulosa y detallada posible. Así, se conseguirá obtener una idea clara de una posible estrategia para adelantar a competidores directos gracias a la imagen de marca o identidad visual.
Los principales aspectos sobre los que haremos el análisis serán los logotipos de dichos competidores, con las correspondientes tipografías y colores usados para la imagen corporativa, así como el público al que se dirigen.
3. Definición de objetivos
Lo siguiente será definir unos objetivos, lo más específicos y claros posible. Son las metas que guiarán todas las siguientes fases y deben responder con éxito a las expectativas de la empresa para la que se va a realiza el proyecto.
Además, sirven de guía y medición del proyecto completo, ya que si una vez finalizado, si no se cumplen, se puede asegurar que no se han cumplido las necesidades del cliente.
4. Inspiración
Entramos en la parte práctica. El diseñador gráfico debe encontrar una vía de inspiración que le permita plasmar a través de su creación todo lo que la empresa desea transmitir al consumidor mediante la representación gráfica que sellará todas sus actuaciones, productos, servicios.
Adentrarse en la marca y realizar un análisis exhaustivo del briefing entregado por la empresa, ayudará en gran medida a orientar y dar lugar a una gran lluvia de ideas que de lugar a encontrar un valor diferencial.
5. Boceto
Ya estamos inspirados, sabemos el mensaje que tenemos que representar y hay que ponerse manos a la obra. Bocetamos en un papel todo aquello que nos vaya surgiendo.
Plasmaremos todo, absolutamente todo, para contar con un gran número de diseños. Destacar que aquí solo se utiliza el lápiz y el papel, diseñando bocetos en blanco y negro, sin colores que influyan en la realización de estos.
Conforme se va avanzando, habrá ideas que se irán desechando por lo que sirve como el filtro idóneo para enfocar el proceso hacia las mejores propuestas.
6. Digitalización
Lo siguiente es digitalizar el boceto elegido en un programa de diseño vectorial y, una vez realizado, se busca o se diseña una tipografía acorde al imagotipo (Normalmente nos referimos a logotipo englobando en todo el concepto al isotipo, isólogo e imagotipo, aunque técnicamente no sea así).
A continuación, se llevará a cabo la elección de los colores, que tienen que ir acorde con la estrategia de marca, representar los valores corporativos y conectar con el público objetivo de la empresa.
7. Presentación y Test de logotipo
Llegamos al último paso, por fin sabremos de primera mano si hemos logrado satisfacer con éxito las necesidades del cliente. Se presenta un dossier, donde se detalla todo el transcurso de la creación y el diseño.
El diseñador gráfico, después de todo el desarrollo, es conocedor de la propuesta que mejor se adapta y que cumple con éxito los objetivos propuestos. Por esto, se presenta únicamente un logotipo, el que más valor tiene para la empresa.
Para concluir, diseñar un logotipo corporativo no es tarea fácil y conlleva una importante evolución ordenada, cuidadosa y sistemática. Si se pretende obtener un gran logotipo no podemos saltarnos o descuidar ninguna de las fases, pues de lo contrario existirán debilidades que podrá aprovechar un competidor en la creación o rediseño de su propio logo.
Además no debes olvidarte en ningún momento que el logotipo va a ser el aspecto que mayor papel juegue como elemento de comunicación, por lo que hay una serie de características a respetar en su creación.
En Numéricco siempre creamos los logotipos a partir de este proceso, sin descuidar ninguna de las fases, pues como comentábamos anteriormente, todas y cada una de ellas juegan un papel muy importante en el desarrollo y en la finalización del proyecto.